sábado, 20 de junio de 2009

Los Funelares de Doña Paradoja

En un lapso de indecisiones la señora viril de 75 años vio la vida transgredirse en nada frente a su perfecta juventud de polvos inmaduros...Y aunque no estuviera preparada para morir, llevaba un aire de condena muy propicia para los retazos de nublado en su cielo. Si bien su mirada luchaba con el contraste de mierda y gloria que le rodeaba..La doña no encojía sus brazos ni lanzaba maldiciones al destino, cojía el control, prendía su televisor, cruzaba las piernas con la ayuda de su mano derecha, tomaba el otro control, prendía el dvd y comenzaba. Ahora le resultaba difícil encontrarse en los títulos de la película. Ni el director, ni los actores faciles, ni las actrices difíciles de no envidiar. Y pensó en el crítico. En el maldito dueño de crítica constructiva. Constructiva y una mierda. Nunca había recibido un correo de algún fanático, nadie había valorado la destreza que Milú, su decadente asistente le hacía recordar cuando no se quejaba. Y empezó a divagar en torno a innumerables verguenzas y atrasos, frustraciones superadas, pájaros en la jaula de la cocina y su foto. La corpulanta experimentada sin duda estaba en un rato depresivo. Mas valía...